Una práctica de las grandes corporaciones extractivistas y contaminantes para mostrar cierta responsabilidad ambiental o perfil ecológico que no se tiene.
Pospandemia 18/08/2021
Yanina Gambetti
Los principales actores sociales que trabajan para ocultar el Ecocidio.
¿Qué es el Eco-Blanqueo? Es la acción de distraer a la población con pequeñas acciones o discursos sin impacto sobre la raiz de los problemas para mostrar cierta responsabilidad ambiental o perfil ecológico que no se tiene. Consiste en acciones que van desde cambiar el nombre o la etiqueta de un producto para evocar el medio natural sin que haya variado su impacto ambiental o sobre la salud, hasta campañas publicitarias multimillonarias que retraten a empresas altamente contaminantes como respetuosas con la naturaleza, la salud y el ambiente. Tambien podemos incluir, entre estas acciones, la asistencia de empleados de la empresa a cursos o talleres brindados por ongs “ecológicas” que les certifican “responsabilidad con el medioambiente”.
Teniendo este concepto claro, vayamos a algún ejemplo contundente y tomemos a una de las empresas que conocemos, Bayer. Para quienes no sabían, esta empresa alemana famosa por su slogan “Si es Bayer, es bueno” compró en 2018 Monsanto (una de las empresas más cuestionadas en el mundo por su actividad criminal) y así se transformó en líder mundial del agronegocio. Durante años, esta empresa elude resonsabilidades sobre los efectos de sus productos sobre el ambeinte y las comunidades, y solo paga algunas ultans, que aunque millonarias, no le afectan sustancialmente. Su negocio sigue intacto, tanto que hoy, insiste en trabajar con la manipulación genética y busca que sea aprobada en los Estados Unidos una variedad de maíz que funciona con 5 venenos combinados: glifosato, 2,4-D, dicamba, glufosinato de amonio y quizalofop. Y es que Bayer supo beneficiarse en paises como Estados Unidos y Argentina de legilsaciones laxas o flexibles en cuanto a estos temas, y por supuesto, supo ver la gran oportunidad en el mercado argentino, en donde el mismo gobierno es quien promueve y celebra el Agronegocio. Para Bayer, ese es un negocio redondo. Y para el establisment politico del pais, tambien. Sin embargo no resulta así para los pueblos, quienes surfren las consecuencias de estos negociados sobre sus propios territorios y su salud.
Gracias a la labor de miles de científicos que trabajan con ética pública y se comprometen con la sociedad, hoy podemos apelar a datos fiables para caracterizar este Ecocidio en el mundo y en diversas regiones afectadas. La utilización masiva agrotóxicos provoca la muerte de unas 200.000 personas al año en todo el planeta, especialmente en países mal llamados "en desarrollo". Nos sobran datos e informes serios sobre el impacto que generan empresas como Bayer: incremento de abortos espontáneos, malformaciones congénitas, así como de las enfermedades oncológicas (cánceres de distintos tipos, linfomas, leucemias). Que se ha probado la relación del avance del agronegocio con la pérdida de biodiversidad, suelo, bosques, comunidades indígenas y campesinas y semillas nativas.
Pero ¿Cómo se tapa un ecocidio de estas dimensiones?
El ocultamiento de la verdadera cara de estas multinacionales tiene varios puntos de apoyo. Podemos al menos detectar los siguientes: gobiernos, las propias empresas, los medios de comunicación, las ongs funcionales, científicos afines o con intereses particulares.
Primero, los gobiernos nacionales y locales que, siendo los principales promotores del Agronegocio como política pública para el sector agroalimentario, invierten millonadas en publicidades, actos y campañas para avalar toda la actividad desde su lugar de poder e incluencia. De hecho hace poco el gobierno nacional anunció la entrada de argentina al Plan AgTech de Bill Gates, el plan de monocultivizar el mundo mediante más biotecnología sobre las semillas y nuevos eventos de modificación genética.
Y hace poco también se lo designó a Felipe Solá (impulsor de las megagranjas porcinas y quien introdujo el primer evento transgénico en Argentina) como representante de todos los argentinos en la Cumbre Sobre Sistemas Alimentarios (Setiembre 2021). El gobierno Argentino ha tejido una alianza de acción contra la agroecología y a favor de la intensificación del modelo agroindustrial que involucra al Canciller (devenido en Ministro de Agricultura) Felipe Solá, Luis Basterra (devenido en funciones de Secretario de Agricultura), y a la Fundación de Bill Gates & Manuel Otero del IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura).
Por otro lado, volviendo el foco a las formas en que se oculta o “disimula” un ecocidio, encontramos el propio trabajo de las mismas empresas que se empeñan en comprar voluntades, silencios y medios de comunicación, así como también montar diversos emprendimientos, programas o proyectos con personas de la sociedad civil que se orientan a promover el “cuidado del planeta” e invertir grandes sumas en publicidad sobre la “inocuidad” de sus productos. Entre estas estrategias y al igual que muchas otras multinacionales de muy malas prácticas, Bayer utiliza el greenwashing o ecoblanqueamiento para mejorar su imagen. Demos un par de ejemplos de esta lavada de cara y veamos cómo funciona.
Desde 2019 la empresa a través de su fundación (al mejor estilo Bill Gates) Bayer Fund organiza un programa de lavado de cara espectacular en el cual ofrece hasta 16 mil dólares a organizaciones y proyectos verdes. Con un cinismo desmedido ha nombrado a su Programa "Semillero del Futuro". Tremendo y escalofriante. Más aún cuando se lee que invita a participar iniciativas relacionadas a mitigar deficiencias alimenticias y nutricionales, la seguridad alimentaria, la salud nutricional, problemáticas de malnutrición, recupero de alimentos, acceso al agua potable, enfermedades relacionadas a la alimentación y acceso a los alimentos y/o mejoras en los sistemas de producción de los mismos. Es decir, todo lo que como empresa desprecia y destruye.
Otra de Bayer son los videos que ha lanzado por su plataforma @BayerConoSur de Instagram. Uno recientemente publicado se basa en un podcast (un audio) sobre una imagen de un campo con algunos molinos de energía eólica donde un padre alza en brazos a su hija que está remontando un barrilete. Nada más lejos que un campo sembrado por Bayer y rociado con sus agrotóxicos. Pero increíblemente, esto está permitido. La publicidad engañosa continúa. La leyenda que acompaña la foto dice: “Presentamos el ciclo de podcasts En Equilibrio: Sustentabilidad e impacto positivo, un espacio en el que conectaremos las voces de especialistas, quienes hablarán sobre cómo influye la sustentabilidad en una estrategia de negocios y qué beneficios trae para el agro, la salud y la equidad social. En este primer episodio, los expertos conversarán sobre cómo cuidamos los recursos que tenemos disponibles y qué podemos hacer para vivir de manera más sostenible. Los invitamos a acompañarnos en este recorrido junto a Patricia Lafratti, periodista, locutora y directora de Innovar Sustentabilidad”. Aquí vemos entrar en escena a ese otros actores que confabulan para el lavado de cara del ecocidio: el “especialista y el periodista” comprados.
Y como en tercer lugar, más o menos, la organizaciones civiles funcionales al ecoblanqueamiento. Muchas de ellas tienen un perfil más bien corporativo, moderno, utilizan redes sociales de vanguardia, tienen miles de seguidores y logran llegar a mayor cantidad de público gracias a sus recursos (financiados con ingresos que muchas veces vienen de trabajar con empresas ecocidas). Un ejemplo, y luego cada quien investigue otras, es la conocida Eco House, una ONG que ofrece servicios (es una mini empresa) de certificación de responsabilidad ambiental.
Esta ONG en el último año se ha infiltrado sorprendentemente en espacios donde asambleas y organizaciones sociales de base y territoriales construyen sus resistencias (como por ejemplo en la coordinadora BFS) haciéndolo mucho daño al movimiento. Grupos como esta Eco House no son organizaciones horizontales de la comunidad ni independientes porque sus ingresos provienen de clientes que muchas veces son grandes empresas o el mismo Estado y no niegan el hecho de trabajar con grandes actores contaminantes o ecocidas. Así lo expresan en su página web: “En base nuestra filosofía, podemos trabajar con una empresa que hace todo mal en materia socioambiental (ayudando a que mejore) y, al mismo tiempo, activar en las redes, vía pública y los diversos espacios para que ese tipo de compañías modifique sus prácticas contaminantes. Mismo caso se aplica para partidos políticos u organismos del Estado.”
Estas empresas de servicios u ONGs globales se manejan con franquicias (se puede abrir una sucursal en cualquier parte pasando una serie de entrevistas y el visto bueno de la coordinación central). En el caso particular que traemos acá han trabajado certificando sustentabilidad o responsabilidad empresaria para multinacionales como Dow (semillera agroecocida), CASAFE (promotora del uso de agrotóxicos), Unilever y Danone (empresas globales de productos de consumo masivo y gigantes de la industria alimentaria supermercadista), varios Bancos, YPF (Vaca Muerta fracking), IRSA de Elsztein (megaempresa inmobiliaria que provoca extractivismo urbano, propietaria de 15 centros comerciales y edificios de oficinas de primer nivel, del Banco Hipotecario y de las agropecuarias Cresud y BrasilAgro) etc. Esos certificados les permiten a estas empresas responsables de la depredación y el saqueo decir "Nosotros estamos certificados. No somos tan malos, somos verdes". Y asi, funciona el greenwashingo ecoblanqueo. De hecho, las oficinas de estos monstruos empresariales pasan a formar parte de lo que esta organización eco House llama "Oficinas Conscientes" y las definen como "una red de empresas que se preocupan por el cuidado del planeta". Realmente espeluznante.
Otro dato, su certificación posee el auspicio institucional del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación. Y aunque la mona se vista de seda, mona queda, dicen. Porque esta ONG o empresa de servicios "ambientales" dice que con ese dinero financian las actividades gratuitas de la organización. Más o menos como cuando las mineras le dicen a los vecinos que les van a equipar las salitas y escuelas. Algunas de esas empresas con las que trabajaron ya no figuran en su página web, pero nos quedó un print de pantalla de Julio de 2020 que publicamos con esta nota.
Pero volviendo a Bayer, una empresa muy parecida a Dow (a quien certifica Eco House), por más programas de incentivo a la ecología que nos venda (sus hashtag mas usados son #Sustentabilidad #EnEquilibrio #ImpactoPositivo) la historia y los registros hablan de otra cosa. Bayer es la multinacional que le salvó las papas a Monsanto (la empresa con más denuncias en la historia y productora del químico “agente naranja” utilizado en la guerra de Vietnam, al refrigerante cancerígeno PCB, la soja transgénica y el agrotóxico glifosato), para convertirse así en la mayor empresa de semillas transgénicas y agrotóxicos del mundo. Y el ecocidio que provoca encubierto con un lavado de cara de campañas, científicos, medios y gobiernos cómplices, se remonta mucho más atrás de la historia reciente, cuando producía (mediante la subsidiaria Degesch) el gas con el que asesinaban les prisioneres en el campo de exterminio de Birkenau-Auschwitz (el “Zyklon B”, un plaguicida).
No podemos negar que el ecoblanqueamiento del ecocidio funciona para muchos sectores y construye un cerco informativo gracias a todos los actores cuyas características esbozamos anteriormente. Sin embargo hay algo que nos da esperanza y que ellos no pueden comprar: el movimiento territorial, socioambiental y horizontal asambleario que se levanta en todo el territorio contra mineras, semilleras y gobiernos que imponen su extractivismo a fuerza de dictaduras. Estos movimientos populares son cada vez más resistentes a los lavados de cara de las empresas, a los ecoblanqueos de ongs funcionales, funcionarios y jueces corruptos que trabajan para el extractivismo.
Seamos como las asambleas, hagamos como ellas. Si los extractivismos se lavan la cara se las volveremos a pintar. Y ahí en el frente, que se lea clarito: Ecocidas. Los pueblos seguirán avanzando por sus derechos y ellos no podrán seguir ocultando para siempre el dolor que infringen, el desastre ecosistémico que generan y el horror que representan.
Para chequear y saber mas:
https://www.semillerodefuturo.com/basesycondiciones
https://www.cropscience.bayer.com.ar/
https://www.bbc.com/mundo/noticias-51575375
https://www.dw.com/es/bayer-monsanto-y-el-c%C3%ADrculo-vicioso-del-glifosato-en-argentina/a-53945010
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