El agronegocio pretende avanzar en Argentina con un proyecto de ley para duplicar los mal llamados biocombustibles (de primera genración)
Publicaciones 10/08/2020
Naturaleza de Derechos
El Ministerio de Ambiente de la Nación ratificó el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático diseñado por la anterior administración que comprende siete planes sectoriales: Salud, Energía, Transporte, Agro, Industria, Infraestructura y Territorio, Bosques. (1)
El Plan de Acción Climático es promocionado como un instrumento de política pública cuyo objetivo está - supuestamente - en línea con las metas internacionales asumidas por la Argentina ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (asumió un compromiso para reducir sus emisiones de CO2 hasta en un 30 por ciento).
El tema de los agrocombustibles - que es el objeto de análisis - es abordado en dos Planes sectoriales: Agro y Energía, sin embargo en ninguno de los dos, las medidas de mitigación para la reducción de los GEI (Gases de Efecto Invernadero) son las adecuadas en relación a los agrocombustibles.
En lo que respecta al plan sectorial para la agricultura (2), su elaboración fue coordinada por la Dirección Nacional de Cambio Climático de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la anterior administración junto con la cartera de Agricultura, Ganadería y Pesca y con la sociedad de la “Mesa de Agroindustria” (CASAFE, CIAFA, APREESID, etc) y por supuesto sin participación ciudadana ni invitación a las organizaciones de la sociedad civil. Su realización data del año 2019.
“En la apertura de la Mesa Ampliada del Gabinete Nacional de Cambio Climático, el director de Producciones Sostenibles del Ministerio de Agroindustria, Nicolás Lucas explicó que en el Ministerio «hay una Comisión interna en materia de cambio climático para en forma coordinada elaborar los distintos planes. Además, con las entidades más representativas a nivel productivo promovemos una instancia de actualización de las negociaciones internacionales y de los posicionamientos del sector ante estos compromisos, con lo cual es una gimnasia de ida y vuelta». “En la Mesa participaron también referentes de carteras pares de Energía, Ciencia y Tecnología; organismos descentralizados: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa); Cancillería; el Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (CEADS) y sus empresas asociadas y cámaras del sector agroindustrial.” (3) Junio 2018
Por otro lado se dijo “El subsecretario de Cambio Climático, Carlos Gentile, sostuvo que “es necesario construir una estrategia nacional de cambio climático; ya estamos trabajando en áreas cómo la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos y la Biomasa, pero también tenemos que sentarnos a analizar las metodologías con las que se han evaluado hasta ahora la incidencia de cada sector en la generación de emisiones”. Al respecto, apuntó que “desde el sector agropecuario nos han pedido que reevaluemos las metodologías con las que se mide el impacto que ese sector productivo genera en el cambio climático, vamos a estar atentos a eso y a cualquier otra reevaluación que pueda ser validada internacionalmente”. (4)
De ahí, que - lógicamente - esa gimnasia de ida y vuelta privada con el sector agroindustrial y sin participación social, tuvo buenos resultados al insistirse como medida de mitigación climática en incentivar la generación de energía derivada de biomasa alimentaria para contribuir con la diversificación de la matriz energética y reducir las emisiones de GEI. Concretamente se señala en el Plan Sectorial que “se estima utilizar biomasa derivada de los sectores: forestal (residuos de cosecha), azucarero (bagazo), cerealero (arroz, girasol, maní y maíz), pecuario (tambos, feedlots, granjas porcinas y avícolas), y frutícola (olivo, cítricos y vid).”
En cuanto al plan de Energía y Cambio Climático realizado en el año 2017 (5) también debe señalarse que adolece de un llamamiento abierto y público a la participación ciudadana. Y claro está, el Plan fue consensuado con el “Sector Privado Energético” el cual forma parte la Liga Bioenergética: (AGD, Bunge, Cargill, Explora, Louis Dreyfus, Molinos Río de la Plata , Noble Argentina, Renova , Unitec Bio, Vicentin, Cepreb - Cámara Argentina de Empresas Regionales Elaboradoras de Biocombustible -, Carbio – Cámara Argentina de Biocombustibles, Cámara de bioetanol de maíz, Centro azucarero Argentino, CIGBO Cámara de Industrializadores de granos y productores de Biocombustibles en origen, Asociación argentina de biocombustibles e hidrógeno, Red Argentina de Aceites Usados junto a 4 provincias (Santa Fe –Maíz y Soja- Cordoba –Maíz y Soja - Tucuman - Caña de Azúzar – y Salta - Caña de Azúcar). Un espejo de lo que sucedió con la Mesa de Agroindustria en el Plan Sectorial Agro y Cambio Climático.
En efecto, en materia de Energía, la medida de mitigación considera la utilización de combustibles de origen vegetal — biodiésel y bioetanol — para corte de combustibles de origen fósil en el transporte carretero, habilitando - sin realizar ninguna acotación ni observación - una producción por derivación de biomasa de cultivos alimentarios como el maíz, soja o caña de azúcar. Se asevera – como si fuera un mérito - que el objetivo incondicional consiste en mantener el corte del diésel en 10 % y el de nafta en 12 %. El objetivo adicional considera un 20 % de corte de diésel para ómnibus urbanos y la incorporación de tecnología flex-fuel para motores nafteros, lo que contempla el corte al 12 % y/o bioetanol puro.
Más adelante se señala que ley 26.093 establece el Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles con fecha de finalización en 2021. Se apunta que el Poder Ejecutivo tiene la potestad de prorrogarlo cuatro años más. Con prórroga o no – se afirma - que es altamente probable que el país siga utilizando biocombustibles, más allá de que la promoción decida prorrogarse. Hay que considerar – dice el informe - que la autoridad de aplicación tiene la intención de aumentar la participación de los biocombustibles en la matriz de combustibles fósiles.
Es elocuente la irrazonabilidad de los objetivos que se proponen en el Plan de Acción Climática en lo que respecta a los mal llamados biocombustibles, que más que ajustarse a acciones para la mitigación o adaptación climática que la misma Ley de Presupuestos Mínimos 27.520 dispone, van – increíblemente - en sintonía al proyecto de ley de la Liga Bioenergética presentado al Ministro Kulfas, el 17 de Julio de 2020. Es decir los intereses sectoriales prevalecen por encima de los objetivos de las acciones de mitigación y adaptación que impone el orden público ambiental climático. Evidentemente el consenso de los sectores involucrados (Agricultura y Energía) en los planes respectivos sectoriales significó hacer la vista demasiado gorda sobre las metas y medidas que implicaban un fuerte ajuste inevitable sobre las actividades problemáticas como lo es la producción de agrocarburantes.
No debe soslayarse que los lineamientos y la letra del Plan de Acción Climática son de autoría de la anterior autoridad nacional ambiental (Sergio Bergman), que como política de Estado minimizaba e ignoraba cómplicemente las implicancias negativas y significativas que tienen los agrocarburantes para la crisis del cambio climático. Por lo visto, la actual autoridad ambiental nacional (Juan Cabandié), decidió continuar con esa mirada respecto a los agrocombustibles, que no es otra cosa que mantener una política de Estado que valida una actividad y productos que ofrecen una falsa solución, pues como bien se ha reconocido con información científica disponible, por la Unión Europea y hasta la misma FAO, nada tienen que ver con las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático.
Estamos frente a un claro despropósito que enciende la señal de alerta máxima ante el hecho reciente de la reunión virtual de la Liga Bioenergética con el Ministro de Producción Nacional, Matías Kulfas y un proyecto de ley sobre Biocombustibles que pretende consolidar la matriz alimentaria para la producción de agrocarburantes, violándose el orden público ambiental climático y fomentando un escenario altamente desfavorable para la soberanía alimentaria. El contexto de una consolidación como política de Estado en materia climática y biocombustibles de todo lo actuado por la administración nacional 2015-2019 obliga a un rechazo enérgico y a la solicitud urgente de una reformulación de base de las medidas y acciones establecidas que no son sino falsas soluciones. Todavía se está a tiempo.
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1) Planes de Acción - Argentina
2) Plan de Acción Nacional de Agro y Cambio Climático. 2019
4) Telam. Febrero 2016. Argentina reevalúa los compromisos de reducción de emisiones de carbono
5) Plan de Acción Nacional de Energía y Cambio Climático. 2017
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