9 de Julio: Vivir consumiendo agua de red con 368 microgramos por litro de Arsénico.

Un muestreo del agua de red municipal y perforaciones particulares en el sector de Ciudad Nueva de la localidad de 9 de Julio, en la Provincia de Buenos Aires, realizado por los propios vecinos y vecinas con el acompañamiento de la ONG local Conciencia Agroecológica y Naturaleza de Derechos, indica que el líquido vital para la vida que consume la población presenta niveles exorbitantes de arsénico que superan hasta 36 veces lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y tal como lo establece el Código Alimentario Argentino.

Todo ello sin que las autoridades municipales hayan advertido de la situación, que es gravísima, por lo cual no se sabe desde cuando la población ha estado expuesta a esos niveles de residuos de arsénico en el agua de consumo humano, que representan un riesgo de daño a la salud que puede resultar irreversible. El tema reviste gravedad extrema y podría derivar en una investigación penal por la omisión de los deberes de funcionarios públicos municipales. 

Los análisis fueron realizados por el ITBA (Instituto Tecnológica de Buenos Aires) en el marco del relevamiento que dicha institución educativa viene realizando gratuitamente respecto al Arsénico en el Agua, en todo el país, conocido como "Mapa de Arsénico en Argentina”. El rango de cuantificación del arsénico en las 10 muestras osciló entre los 128 ug/l y 368 ug/l. El dato de Arsénico 368 ug/l en el agua de consumo humano es el más alto registrado en la praxis jurídica de Naturaleza de Derechos sobre dicha problemática abordada desde el año 2007 en el territorio bonaerense.

A raíz de esa situación,  los vecinos y vecinas inmediatamente se auto-convocaron  en una asamblea constitutiva para acordar y llevar adelante un plan de acción ante las autoridades administrativas municipales y judiciales con el fin de que se actué inmediatamente y se declare la emergencia hídrica en toda Ciudad Nueva ante los niveles exorbitantes de Arsénico en el agua – que superan hasta 36 veces el máximo permitido por la normativa vigente -, con el agravante de la desidia municipal que nunca informó sobre la calidad del agua que consume la población, principalmente niños y niñas.

Naturaleza de Derechos tras la asamblea constitutiva vecinal, hizo el relevamiento de las viviendas de las familias de las que se tomaron las muestras de agua para analizar en el ITBA.

Roberto de 60 años y Selva de 69 años son un matrimonio que viven en su casa que construyeron hace 10 años. El agua de su canilla, según el ITBA, tiene 368 ug/l de arsénico. Es agua con un veneno silencioso.

.

La perforación municipal de agua subterránea que se encuentra en frente de la casa de Roberto y Selva. Debería dar agua potable, pero no. Foto: Fernando Cabaleiro. Diciembre 2024.

Roberto es transportista no sale de su asombro “nunca imaginé que iba a dar tan alto, yo hace años que estoy tomando esta agua, inclusive es la que me llevo en los viajes, porque es rica, pero bueno ahora al saber esta cantidad de arsénico, vamos a tener que hacer algo, principalmente por mi esposa Selva, ella tuvo cáncer y tiene que cuidarse todo el tiempo.”  A su lado, Selva asiente con la cabeza “si, mi estado es muy delicado y tengo que hacer controles todo el tiempo, pagamos un servicio, se supone que es agua segura, ¿no?” se pregunta con toda lógica.

Ambos están convencidos que hay actuar. “Ahora es fundamental salir a alertar a los vecinos y hacer lo que se tenga que hacer, mas que nada por los más chicos”.

Esther es una emprendedora de productos artesanales que produce en su propia vivienda, vive hace décadas en Ciudad Nueva, viene de superar, en la última década, dos cánceres. Su compañero de vida hace 4 años fue víctima de un cáncer al que resistió todo lo que pudo. En su casa el Arsénico dijo presente en el agua de canilla que beben todos los días con 151 ug/l, o sea, 15 veces el máximo permitido (10 ug/l). Pero Esther no se resigna y en su respuesta lacónica nos dice demasiado: “tenemos que hacer algo, cuenten conmigo”.

Una situación de emergencia de larga data.

En Diciembre de 2014, la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró el acceso al agua potable como un derecho humano en el reclamo popular ante la justicia realizado - con el patrocinio de Naturaleza de Derechos - por la población de la planta urbana de 9 de Julio en la Provincia de Buenos Aires, en razón de los altos niveles de Arsénico en el agua de red (oscilaba en los 80 a 190 ugl/l).

Dos años después de esa sentencia relevante en materia de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, la empresa prestadora del Servicio de Agua en la planta urbana de 9 de Julio (Aguas Bonaerenses S.A) puso en funcionamiento la planta de abatimiento lo que permitió mejorar sustancialmente la calidad de agua en lo que respecta al arsénico llegando a los niveles óptimos, aunque en los últimos años, comenzó a oscilar entre los 15 a 60 ug/l). Para asegurar en forma constante los 10 ug/l que recomienda la OMS y tal lo establece como regla el Código Alimentario Argentino, resta que ABSA implemente las obras que faltan.

Sin embargo, en un sector urbano importante de 9 de Julio, conocido como "Ciudad Nueva" cuyo servicio de agua de red depende del Municipio y no de ABSA, el agua se provee directamente de las perforaciones municipales sin ningún tratamiento. Asimismo tanto en ese sector como en el resto del área complementaria de la planta urbana de 9 de Julio, que en los últimos años se fue poblando paulatinamente, en gran parte de las viviendas se consume el agua que se extrae de las propias perforaciones particulares. De un pequeño relevamiento realizado por Naturaleza de Derecho surge el dato de la dificultad económica de la población para comprar bidones de agua segura, por lo cual se ve obligada a consumir la que se extrae de las propias perforaciones.

.,

El agua del vaso de Ester, según el ITBA, presentó 15 veces el máximo permitido de Arsénico. Superó dos cánceres. No se resigna "Cuenten conmigo para lo que sea". Foto: Fernando Cabaleiro. Diciembre 2024.

A raíz del inicio de la causa judicial Kersich, en el año 2011 se celebró un acuerdo extrajudicial entre vecinos y vecinas nuevejulienses - representantes de un colectivo que reclamaba agua segura "Todos por el Agua"-, la Defensoría del Pueblo, ABSA y la Provincia de Buenos Aires, para construir la planta potabilizadora, lo que efectivamente ocurrió, tras la sentencia de la Corte. De ese Acuerdo también surgía que el agua tratada por dicha Planta, llegara - mediante una conexión - a la red de distribución en Ciudad Nueva, que históricamente presentó altos niveles de Arsénico, aunque se desconoce sobre su materialización.

Ante esa incertidumbre y dado el tiempo transcurrido, los vecinos y vecinas de Ciudad Nueva decidieron participar del mismo enviando 10 muestras de agua de red y perforaciones particulares de los distintos puntos de ese sector de 9 de Julio excluído de la red de ABSA.

Los resultados devueltos por ITBA y que fueron insertados en su mapa del Arsénico en la Argentina son alarmantes en todas las muestras:

Muestra 1 - 197 microgramos por litro
Muestra 2 - 128 microgramos por litro
Muestra 3 - 170 microgramos por litro
Muestra 4 - 368 microgramos por litro
Muestra 5 - 175 microgramos por litro
Muestra 6 - 151 microgramos por litro
Muestra 7 - 156 microgramos por litro
Muestra 8 - 140 microgramos por litro
Muestra 9 - 320 microgramos por litro

Arsénico/Referencia: 10 microgramos por litro - Articulo 982 Código Alimentario Argentino

Un informe preliminar del ITBA sobre el relevamiento alerta sobre la profundización de la problemática confirmando las advertencias que se vienen realizando en todas las causas judiciales iniciadas por Naturaleza de Derechos desde el año 2007, sobre la necesidad de tomar medidas urgentes ante la posibilidad de un agravamiento que se viene consolidando desde hace un tiempo - por las sequías cada vez mas frecuentes - tal como lo muestra el mapa del ITBA, principalmente en el interior de la Provincia de Buenos Aires en donde se extienden los acuíferos Puelche y Pampeano. 

Debe recordarse que el debate jurídico generado en el marco de la Provincia de Buenos Aires en cuanto a la operatividad del valor de referencia de 10 ug/l de arsénico en el agua (que prevé el CAA y recomienda la OMS) quedó zanjado por el máximo tribunal provincial en los reclamos judiciales de las poblaciones de Chivilcoy (Caso Caselles) y (Caso Urricelqui), ambos con el actual patrocinio de Naturaleza de Derechos, estableciendo su cumplimiento estricto sin salvedades. 

Es que tanto la Provincia, como ABSA y los Municipios a cargo del Servicio de Agua de red han pretendido aplicar el valor de 50 ug/l que el propio CAA habilita, con una exención en las cuencas hídricas históricamente afectadas por el arsénico, a hasta tanto no se realice una estudio epidemiológico y exista tecnología disponible. Ambos extremos fueron desechados por la Suprema Corte, dado que considera que los mismos permitirían la transformación de la excepción en la regla, (sin perjuicio que existen procesos viables para extraer el arsénico), “provocando una mutación que altera el sistema jurídico aplicable en puntos relacionados con garantías esenciales de los consumidores del servicio de agua, como es el derecho a la salud”. 

Por ello, en base a esas decisiones de la Suprema Corte Bonaerense, el valor de 10 ug/l de Arsénico debe garantizarse por todos los operadores del servicio de red domiciliaria de agua en la Provincia de Buenos Aires.

.

Vecinas firmando la adhesión al amparo Kersich. En el  año 2014 la movilización vecinal de 9 de Julio logró que la justicia reconociera el acceso al agua potable como un derecho humano. Esa lucha no fue en vano, abrió los ojos a otras pueblos alertando una problemática invisibilizada por las autoridades provinciales y municipales. Foto: Juan Gabriel Kersich. Febrero 2011.

.

Arsénico y Agrotóxicos. El combo tóxico bonaerense y una misma desidia estatal.

La situación ambiental de 9 de Julio es una fotografía de los pueblos bonaerenses en el zona agrícola núcleo, que es atravesada por la problemática de los residuos de arsénico en el agua (con la novedad alarmante de los niveles que presenta en Ciudad Nueva), como así también por las implicancias del modelo agroindustrial con el uso de agrotóxicos (cada vez en mayor cantidades) que son esparcidos a metros de los centros poblados.

Tanto el arsénico como los agrotóxicos tienen varios puntos de conexión que relacionan con la capacidad cancerígena y de alteradores hormonales que revisten tanto el primero como gran parte de los segundos. No solo ello, la ciencia argentina siguiendo líneas de investigaciones científicas internacionales ha corroborado la sinergia entre el arsénico y el Glifosato (agrotóxico icono del agronegocio) potenciandose los efectos tóxicos de ambos. A su vez, investigaciones científicas de los últimos años han demostrado como los agrotóxicos también son aportantes de arsénico en las aguas subterráneas, ya contaminadas naturalmente con dicho elemento químico en razón de los procesos geológicos.

Frente a esta situación crítica, 9 de Julio también nos presenta el mismo panorama desolador que exhibe el obrar de las autoridades publicas en el territorio bonaerense, tanto municipales como provinciales, que ignoran los aumentos considerables de casos de cáncer que son evidentes e inclusive acumulativos en una misma persona. La falta de un estudio epidemiológico y los subregistros ayudan a esa invisibilización oficial, aunque la realidad de los testimonios en un mínimo relevamiento deja en claro la existencia de la problemática sanitaria que solo es tenida presente, por las autoridades, una vez al año al encencenderse luces rosas en el edificio municipal en el día de lucha contra el cáncer. Una iluminación hipócrita ante el tratamiento superficial de las dos principales problemáticas ambientales que atraviesan a pueblos como 9 de Julio: agrotóxicos y arsénico.

Efectivamente, en cuanto a los agrotóxicos, los cuales en su mayor parte tienen entidad cancerígena, el Concejo Deliberante de 9 de Julio en el año 2024 se jactó de actualizar la ordenanza local sobre su uso en todo el Partido, con modificaciones burdas que en lo sustancial nada representaron al seguirse avalando su liberación a escasos 200 metros de las viviendas donde vive gente, desconociendo los datos de la ciencia independiente que recomienda como mínimo, que sean 1095 metros.

Aún asi, las autoridades ambientales del Municipio nada han hecho para hacer respetar siquiera esos 200 metros que debe contarse a partir del límite externo de las áreas complementarias de los centros de población nuevejulienses, siendo que de un relevamiento realizado por Naturaleza de Derechos, en el mes de Diciembre de 2024, surge que una cantidad significativa de parcelas rurales que se encuentran dentro de la zona de prohibición, no obstante, son objeto de fumigaciones con agrotóxicos.

La posición del Municipio sobre las implicancias de los agrotóxicos en la salud de la población quedó en evidencia en el recurso de apelación ante la cautelar que dispuso la justicia de mercedes restrigiendo las fumigaciones terrestres con agrotóxicos a menos de 1095 en el centro de población de French (localidad del interior de 9 de Julio), en el mes de Octubre de 2024, "copiando y pegando textual" gacetillas corporativas de la empresa Bayer y CASAFE (cámara empresaria del agronegocio).  

Respecto al Arsénico, sucede lo mismo y habrá que investigar (penalmente) si el municipio realiza los controles suficientes para resguardar la salud de la población o bien corroborar sobre la veracidad de los resultados de los poco que se realizan (a lo sumo dos)  a traves de un laboratorio privado, y que se informan a través del portal municipal, ya que de los mismos surgen niveles que en nada se relacionan con los del estudio representativo realizado por los vecinos y vecinas de Ciudad Nueva en el ITBA.