Otro Pueblo Fumigado Bonaerense le pone un freno a los agrotóxicos.

En el atardecer del Jueves 12 de Octubre de 2023 en Vedia (Provincia de Buenos Aires), nos llega la notificación del Juzgado Correcional Penal Nro 3 del Departamento Judicial de Junín, sobre la sentencia que hace lugar a la medida cautelar que prohibe fumigar con agrotóxicos sobre un predio rural que se encuentra lindante al área urbana, a una escuela, un polideportivo y un emprendimiento agroecológico en la localidad de Vedia.

Vedia es una localidad cabecera del Partido Leandro Alem, a 300 kms de la Capital Federal en el triángulo núcleo sojero de la Argentina que forman las Provincias de Buenos Aires, Santa Fé y Córdoba. Buenos Aires es la provincia más fumigada del país con más de 215 millones de litros de agrotóxicos esparcidos al ambiente anualmente.  En el caso del Partido de Leandro Alem, los números guardan proporción con esos datos. La agricultura industrial en el Partido representa más de 140 mil hectáreas de las cuales el 50 % es Soja Transgénica y el uso anual de agrotóxicos supera los 2 millones de litros.

El caso de Vedia se relaciona con un productor agroindustrial que viene fumigando desde hace años sobre una parcela violando expresamente la ordenanza local que prohibe aplicar agrotóxicos a menos de mil metros del área urbana en todo el Partido de Alem. Concretamente el predio está a una distancia menor a los mil metros de la planta urbana propiamente dicha de Vedia: no más de 100 metros del Polideportivo Municipal, a 250 metros de una Escuela Primaria No. 21 Próspero Alemandri y un poco más respecto de un emprendimiento agroecológico de un movimiento popular.

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Croquis presentado en el amparo judicial.

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El último episodio de fumigación ocurrió el 12 de Setiembre de 2023 justo a la hora de salida del turno tarde escolar. Maximiliano y Jilly son vecinos de Vedia y su hijo Antu va la Escuela Primaria No. 21. Ante la inminente salida de los niños de la escuela y al observar que en un predio cercano, una máquina fumigadora propulsada por un tractor estaba esparciendo agrotóxicos con fuertes vientos en dirección a la escuela, se dirigió e ingresó al predio en cuestión haciendo señales ostensibles al conductor de la maquina fumigadora inquiriéndole que detuviera la aplicación, el aplicador asintió al reclamo espontáneo y urgente de Maximiliano, aunque de modo burlón, ya que increíblemente cuando Maxi se volvió hacia la escuela, el aplicador retomó la fumigación con agrotóxicos sin importarle absolutamente nada.

No se trataba de la primera vez, ya que había ocurrido con anterioridad en varias oportunidades atento a que el predio en cuestión es sometido al proceso agroindustrial desde hace años.  De hecho, los vecinos/as ya se habían acercado al domicilio de la familia propietaria del predio fumigado para que consideraran debidamente la situación por los riesgos de la fumigación a cielo abierto, no pudiendo desconocer la proximidad de viviendas familiares con niños y niñas y mucho menos el establecimiento educativo, el polideportivo y la cercanía con el casco urbano de Vedia.

El predio con la lógica de agronegocio es fumigado sistemáticamente con sustancias biocidas ya sea herbicidas, fungicidas e insecticidas, sin importarles a los aplicadores ni a la familia propietaria las implicancias ambientales y sanitarias de la liberación de agrotóxicos en grandes cantidades ( de 6 a 9 litros por hectárea en el barbecho químico, y 18 a 20 litros de agrotóxicos por hectárea en total en todo el proceso del cultivo de la Soja o Maíz transgénicos), tal como se hace en la actualidad en la agricultura industrial.  Mucho menos a las autoridades policiales, municipales y provinciales. De hecho es fácil encontrar a los envases de agrotóxicos utilizados para fumigar en el predio tirados cerca del alambrado del mismo, lo cual también se viola la normativa sobre la trazabilidad de los envases que cabe recordarlo son residuos peligrosos. Son las polaroids de las "Buenas Prácticas Agrícolas" de los Pueblos Fumigados que se repiten como un eco indeseable.

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Una imagen repetida del cuento de las Buenas Prácticas Agrícolas. Los bidones de agrotóxicos tirados al lado de los campos fumigados.

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Al fin de semana siguiente de la fumigación, Maxi y Jilly junto a sus hijos fueron al Encuentro de Pueblos Fumigados en Lincoln, localidad vecina. Lo hacían por primera vez. Llevaron su historia de años de militancia por la agrecología en Vedia - forman parte de una Cooperativa de producción agroecológica -, y contaron el episodio de la fumigación cerca de la escuela a la que va el hijo menor de la familia. Ahi nació el caso judicial en el seno del EPF como una prueba insignia de la importancia de la democracia comunitaria de los pueblos fumigados que hermana luchas en una red de solidaridad y fraternidad que crece encuentro a encuentro, y lo seguirá haciendo.

A la semana del EPF, Naturaleza de Derechos se fue hasta Vedia para hacer un relevamiento visual del lugar, y se empezó a organizar el armado colectivo de la acción. Maxi y Jilly empezaron a buscar testigos y vecinos/as del lugar para las informaciones sumarias con el fin de aportarlas en el amparo que cuenta de movida con una praxis jurídica de 15 años de los pueblos fumigados bonaerenses que ya tiene asentado con el máximo tribunal de justicia provincial que fumigar con agrotóxicos es una actividad riesgosa que pone en peligro la salud de la gente.

La reciente sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires en el Barrio Los Pioneros en Campana confirmando una frondosa jurisprudencia que valida a las ordenanzas que fijan protecciones de mil metros para la población humana respecto a las aplicaciones terrestres con agrotóxicos como una medida paliativa urgente, la convierte en un cerco infranqueable que los tribunales bonaerenses ya no pueden ignorar y que el poder político en todos sus niveles debe tomar nota urgente y principalmente el Provincial que debe derogar de una vez por todas la Resolución del Veneno que procura habilitar las fumigaciones a cero metro.

A su vez, la información científica disponible sobre los impactos de los agrotóxicos es contundente. Como prueba - en el proceso judicial - se aportó el el dictamen médico invalorable del Dr. Medardo Avila Vásquez, los trabajos científicos de Delia Aiassa y su equipo de investigación que dan cuenta que fumigar venenos a menos de 1095 de los centros poblados aumenta ostensiblemente el riesgo de daño genético, el preciso trabajo compilatorio sobre las evidencias de los daños que provocan los agrotóxicos del Dr. Horacio Beldoménico y la recopilación de publicaciones de la ciencia digna argentina en el mismo sentido de nuestro compañero Eduardo Martin Rossi.

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El juez penal Jorge Ariel Coppola, titular del Juzgado Correccional Penal Nro 3 del Departamento Judicial de Junín sostuvo en la resolución dictada en la última hora judicial del Jueves 12 de Octubre antes del fin de semana largo "que con la prueba acompañada se acredita el fumus bonis iuris y el peligro en la demora, como asimismo el daño irreparable a la saludo de la población cercana al predio rural referido de no adoptarse medias urgentes... Haciendo lugar a la medida cautelar innovativa impetrada ordenando a la demandada que, en el plazo de 48 horas, se abstenga de fumigar con agrotóxicos de modo terrestre en la parcela identificada catastralmente."

El fallo de Vedia es otro paso que reivindica las acciones judiciales como acciones políticas por que asi lo entienden quienes viven en los pueblos fumigados al tomarlas como una herramienta de interpelación a uno de los poderes, el judicial, a sabiendas de todo lo que ello implica, sin riesgo alguno de perderse en los pasillos de la justicia, pues asumen recorrer el camino digno del reclamo permanente por la transformación de un modelo agroalimentario que contamina, enferma y mata.