El empoderamiento jurídico como herramienta de acción política en el activismo socioambiental

Desde hace 15 años, se acompaña a los procesos de auto-convocación de las personas en sus reclamos por las violaciones de los derechos socioambientales, principalmente en los pueblos de la Provincia de Buenos Aires.

Desde el patrocinio jurídico gratuito de Naturaleza de Derechos se ha patrocinado todo este tiempo más de 30 procesos de auto-organización socioambiental reclamando el acceso al agua potable y su protección, exigiendo distancias urgentes de protección ante las fumigaciones con agrotóxicos en los pueblos fumigados, cierres de basurales, garantización del derecho a una alimentación adecuada y el acceso a la tierra, freno al extractivismo urbano, rechazo a los patentamientos de las semillas y a la liberación de organismos genéticamente modificados, como el reconocimiento de los derechos de la naturaleza.

Se forma parte - desde hace 15 años - del movimiento fundacional de la abogacia ambiental comunitaria y popular entendiéndola - desde la perspectiva de una formación en la universidad pública - como una herramienta de acción y legitimación política para las asambleas socioambientales que bregan por el bien común.

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Acción Judicial por el Derecho Humano al Agua potable. 9 de Julio (Bs.As) 2010

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No se ha estado exento de la detracción antiabogacía que aun gobierna bajo el prejuicio acartonado y conservador en las mentes de propies y extrañes, que no terminan de entender que la acción judicial en materia socioambiental es una acción política, que empodera y legitima a quienes la ejercen en su interpelación a los poderes públicos. 

Tampoco han sido ajenos los abusos intelectuales patriarcales de la descalificación y la cancelación de gran parte de los medios de comunicación alternativos y del periodismo que se suponen del palo (y del cual fuimos fuente de información durante una década) que tuvo como umbral motivacional la mendaz y canallezca denuncia de la actual candidata presidencial Patricia Bullrich por el caso del joven militante Santiago Maldonado y el reclamo ancestral de la hermandad Mapuche que acompañamos incondicionalmente en el año 2017.

En contraposición a esa afrenta cobarde y violenta, el proceso resiliente hizo hermosamente lo suyo dando más emancipación y capacidad creadora fundando nuestra propia revista Pospandemia y el sitio web Naturaleza.ar.

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Asamblea Unidos por el Río. 2011

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Junto a las Asambleas Socioambientales hemos emprendido el sinuoso camino de la construcción del Derecho Ambiental - ahi nomás después del inicio de la vigencia de la Ley General del Ambiente en el año 2003 - a favor del pueblo, de los sectores más vulnerables, de los nadies en estas democracias formales pro-capitalistas, bajo la convicción que el conocimiento jurídico desanclado de los saberes de la gente se vuelve vacío de contenido y pierde sentido. El intercambio de conocimientos y saberes son la esencia de la praxís jurídica en materia ambiental. 

.Junto a las Asambleas Socioambientales hemos emprendido el sinuoso camino de la construcción del Derecho Ambiental - ahi nomás después del inicio de la vigencia de la Ley General del Ambiente en el año 2003 - a favor del pueblo, de los sectores más vulnerables, de los nadies en estas democracias formales pro-capitalistas, bajo la convicción que el conocimiento jurídico desanclado de los saberes de la gente se vuelve vacío de contenido y pierde sentido. El intercambio de conocimientos y saberes son la esencia de la praxís jurídica en materia ambiental. 

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Por eso, no solo se actúa en el plano estrictamente juridico, sino también en el politico, porque lamentablemente las prácticas de apropiación inherentes al sistema capitalista atraviesan todas las tramas sociales que se hacen visibles en el activismo socioambiental con centralidades que utilizando los sofismas retóricos de la colectividad, solidaridad y unidad, enmascaran sus descalificaciones por debajo de las democracias comunitarias horizontales y de consenso de las asambleas socioambientales, con el fin de pretender hegemonizar las luchas bajo la praxis antidemocrática de la imposición, el verticalismo y el supremacismo a través de sellos de goma que emulan una interlocución que carece de la legitimación territorial y la soberanía constituyente de la gente (la que es reducida a un simple proceso de adhesión).

De ahi, que desde este lugar se promueve abiertamente la participación social presencial que el Estado niega en todos sus niveles, alentando retomar la continuidad - tras la pandemia - en los procesos democráticos comunitarios y de consenso creados por la propia sociedad civil como lo son las UAC (Unión de Asambleas y Comunidades) y EPF (Encuentro de Pueblos Fumigados de la Provincia de Buenos Aires), los que obvio son centro de la descalificación por quienes tienen adversión a la democracidad inorgánica incontrolable y al debate horizontal como asi también a la construcción por consenso y fraternidad, y la disolución de los individualismos en la creación del ser colectivo y contrahegemónico, el que - a nuestro entender - resulta la expresión basal más genuina y coherente de la democracia ambiental y climática que se reclama ante los poderes.

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Encuentro Latinoamericano y del Caribe en la Asamblea de Los Pueblos (en el marco del Tribunal Monsanto). La Haya, Países Bajos. 2016

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¿ Podemos anhelar la democracia ambiental y climática por la que se brega, ejercitando las mismas lógicas de las democracias formales rígidas sustentadas en las fragmentaciones entre mayorías y minorías, en la negación del debate y del disenso, a los que despectivamente se denomina como loops interminables, todo ello a la par del aparateo solapado de las mesas chicas que se creen dueñas exclusivas de las luchas, tal como sucedió  con la praxis partidaria clásica que tras varias décadas derivó en una agonía terminal de la representatividad política, a tal punto de exponer a toda una sociedad a un monstruo de tres cabezas en las próximas elecciones presidenciales ?  Claro que no. La negación del debate y del disenso es el gen de un ideario antidemocrático que solo puede generar un pensamiento autómata y monocultural que procura ser hegemónico y excluyente.

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¿ Podemos anhelar la democracia ambiental y climática por la que se brega, ejercitando las mismas lógicas de las democracias formales rígidas sustentadas en las fragmentaciones entre mayorías y minorías, en la negación del debate y del disenso, a los que despectivamente se denomina como loops interminables, todo ello a la par del aparateo solapado de las mesas chicas que se creen dueñas exclusivas de las luchas, tal como sucedió  con la praxis partidaria clásica que tras varias décadas derivó en una agonía terminal de la representatividad política, a tal punto de exponer a toda una sociedad a un monstruo de tres cabezas en las próximas elecciones presidenciales ?  Claro que no. La negación del debate y del disenso es el gen de un ideario antidemocrático que solo puede generar un pensamiento autómata y monocultural que procura ser hegemónico y excluyente.

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En este camino recorrido, se ha tratado de desaprender todo lo que necesariamente debe desaprenderse, como así también desconstruirse de todos los mandatos, privilegios y violencias patriarcales que tanto daño han hecho (y hacen) en todos los aspectos, a sabiendas de que no es un proceso finito. Además con la aprehensión de lo esencial que es seguir la senda del aprendizaje constante en red horizontal junto al encantador despoder de esos puñados de personas que en cada pueblo, cada barrio, cada territorio, brillan y deciden con el coraje visceral que ebulle ante la injusticia, salirse de sus rutinas y autoconvocarse. Todo ello bajo el manto de una democracia comunitaria que deben ejercer sin más obstáculo que la urgencia misma ante las omisiones de las obligaciones indelegables que recaen sobre el Estado, como a las complicidades de las autoridades ejecutivas, legislativas y hasta judiciales respecto a los procesos de acumulación por desposesión de los extractivismos que a la vez que contaminan y enferman los cuerpos territorios, vuelven a las personas en refugiados ambientales en sus propios lugares de pertenencia ya sea por elección o por su ancestralidad.

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Asamblea por el Agua en San Miguel del Monte. 2019

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De esa praxis popular del derecho ambiental se ha nacido y se viene y también se milita, se defiende y promueve abiertamente si queremos un cambio profundo para una sociedad más justa y que como depositaria de los bienes ambientales pueda garantizar los derechos de las generaciones futuras. La formación en la Universidad Pública determinó que así fuera el camino que se seguirá transitando por estos lares de la vida con todas las adversidades que se presentan en lo político y en lo jurídico en un País - vale recordarlo - en el que se viola arteramente el Acuerdo Escazú hasta por la mísmisa Corte Suprema de Justicia de la Nación - al no contar con un fuero ambiental ni con peritos especilizados en la materia -, como así también los preceptos constitucionales en cuanto a la protección del ambiente y la preservación de la diversidad biológica.

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Resulta esencial seguir la senda del aprendizaje constante en red horizontal junto al encantador despoder de esos puñados de personas que en cada pueblo, cada barrio, cada territorio, brillan y deciden con el coraje visceral que ebulle ante la injusticia, salirse de sus rutinas y autoconvocarse, bajo el manto de una democracia comunitaria que deben ejercer sin más obstáculo que la urgencia misma ante las omisiones de las obligaciones indelegables que recaen sobre el Estado, como a las complicidades de las autoridades ejecutivas, legislativas y hasta judiciales respecto a los procesos de acumulación por desposesión de los extractivismos que a la vez que contaminan y enferman los cuerpos territorios, vuelven a las personas en refugiados ambientales en sus propios lugares de pertenencia ya sea por elección o por su ancestralidad.

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El patrocinio juridico gratuito de Naturaleza de Derechos - hoy basado en una red de solidaridad - continuará obstinadamente empoderando jurídicamente a toda instancia de autoorganización socioambiental (basada en la horizontalidad no personalista y de consenso), bajo la convicción de que el derecho como toda ciencia debe estar a disposición del interes general, y la abogacía en materia socioambiental como profesión, ser ejercida con el conocimiento jurídico en una mano y los saberes populares en la otra.

Asimismo, la realidad acuciante en materia socioambiental que atraviesa a nuestro país interpela a quienes han nacido como profesionales del Derecho en las Universidades Públicas, a no ser indiferentes, a no caer en las zonas de confort y en los facilismos burgueses de la virtualidad, sino a mover la osamenta de los asientos y las pantallas y de estar al lado de la gente en los territorios que necesita de esa otra gente que pudimos formarnos en el sistema público de educación universitaria; solo así el conocimiento incorporado en la formación académica al entrelazarse con los saberes populares, encontrará su sentido más sublime: servir al bien común.

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Kelu Mula. Proyecto de la Comunidad Mapuche Ranquel Rupu Untu Linkoln. Lincoln. 2023

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Un reconocimiento a les colegas que ejercitan el Derecho Ambiental como una herramienta de empoderamiento jurídico de la gente y que han interactuado o interactuan en red en las acciones juridicas en las que se ha participado o se lleva adelante por Naturaleza de Derechos: Sabrina Ortiz, Verónica García Crhistensen, Aldana Sassia, Eugenia Boccio, Gabriela Ferrer, Alejandra Gómez, Marina Altamirano, Darío Avila, Pablo Fernández Barrios, Carlos Gonzalez Quintana, Jonatan Baldiviezo, Fabricio Fernandez Urricelqui y Pablo Shore, como así tambien a todos y todas las colegas que transitan la misma senda de construcción del derecho como una ciencia para el pueblo ante la ausencia de justicia y  democracia ambiental y climática.